En Google podemos encontrar mucho sobre este fenómeno que
recibió su nombre de las teorías del marketing pero que rápidamente se
sistematizo en la sociología, psicología, filosofía, antropología y demás
ciencias sociales.
Un fenómeno que la gente no es consciente porque vive en
medio de ella, es atravesada por ella y hasta la respira. Pero pocos saben que
sus inicios están presentes en las raíces mismas de la espiritualidad
occidental.
Un fenómeno que por no verse, la gente no cree que
existe.
Una cultura del no hacer, no sentir, no pensar, no crear, no SER.
En definitiva un no amar, no VIVIR ... por miedo.
Como en todo, las personas pueden enfrentarse a ella
colocándose en 3 posiciones subjetivas.
La mas difundida es la del sometimiento esclavizante:
reconozco que existe y me someto a ello, aunque con rebeldía, pero no creo que
pueda cambiar nada (Es lo que hay, vio?).
La segunda y mas nefasta y, medianamente generalizada, es la
de compartir su poder de dominación identificándome con ella, con su poder y
replicándola. (Soy la encarnación de esos preceptos creyendo que así los
domino, los vivo, soy su mensajero sin cuestionarlos y los expando a mi
alrededor, propagándolos como un virus).
La tercera, y menos común aun, los atravieso
encontrando la libertad (La reconozco, los identifico como algo externo a mi,
sin valor y no me manejo por ella sino que creo antídotos).
Un conocido Maestro compartió claves para crear antídotos, una de
ellas y mi preferida:LA VERDAD OS HARÁ LIBRES.
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