Enorgullécete de ser quien eres y de todo lo que puedes ser. Enorgullécete de tu buen carácter. Que tus acciones reflejen intensamente tus valores morales. No aceptes nunca nada en contra de tu conciencia, cultiva con maestría las flores de tus talentos, persigue las cosas que te apasionan. Esfuérzate por ser tu mejor yo, no una imitación de otros.
Aférrate a tus sueños y conviértelos en realidad. Ten la sabiduría de no hacer caso de aquellos que se burlan de tus planes, y no olvides agradecer a aquellos que te apoyan. Aprecia siempre a los que están de tu lado. No te distraigas con placeres a corto plazo, aunque te sientas con demasiado cansancio para proseguir. Con frecuencia es mejor tomar el camino más largo, por el cual las recompensas postergadas conducen a oportunidades significativas que te llegan al corazón y al alma. Ábrete a la aventura. Explora las nuevas fronteras en lugar de aferrarte a lo viejo y familiar. Deja que tu espíritu pionero siga progresando. Visita nuevos territorios, aprende nuevas técnicas y conoce a gente nueva. Aprender a ser resistente te enriquecerá como ser humano. No temas pedir ayuda. Ofrece a la vez la tuya a los que la necesiten. Tu corazón se alegrará de haber ayudado a alguien. Mantén los vínculos con la familia que amas. Las amistades que te apoyan y todos aquellos que tocan tu vida con un poco de dicha. Por más éxito que coseches, no será nunca tanto que ya no necesites a aquellos que siempre creyeron en ti y que por siempre creerán. Mantén la fe que te sostiene en los momentos más aciagos. Cree de todo corazón que puedes convertir cada día en algo especial y hacer que cada persona que toques se sienta especialmente amada. Enorgullécete de tus talentos y logros. Expresa tus ideas brillantes, sigue preocupándote profundamente por otros y continúa tus actividades positivas que tanta bondad aportan a este mundo."
Anónimo