domingo, 24 de enero de 2016

Con pasos seguros


Es difícil a veces visualizar, al hacer nuestra biografía, aquellos hechos de los que hacemos juicios negativos como partes importantes de la persona que somos hoy. No habiendo llegado a esta vida "sabiendo" lo más común es que en este aprendizaje de vida se cometa lo que mal se denomina errores. Situaciones del pasado que nos dejan un mal sabor de boca y que en nuestro presente nos dificultan caminar.
No nos damos cuenta que esos mal llamados errores son las mejores decisiones que hemos podido tomar en ese momento y que han sido las que nos permitieron tomar otras decisiones. Algunas de ellas puede ser la reparación del error, y que en definitiva han sido aprendizajes.
Como en la vida misma, para caminar necesitamos de nuestras dos piernas. La derecha nos marcara el rumbo hacia donde queremos ir ... adelante. Pero necesitamos que la izquierda nos acompañe el paso y esa viene de detrás.
Nuestro pasado también debe acompañarnos para caminar hacia nuestro futuro: Un acompañamiento en armonía, equilibrio, en salud, con sus propias cicatrices pero sanadas (una pierna izquierda aun sangrante nos producirá dolor y nos dificultará el paso).
Esta metáfora es valida tanto para nuestro crecimiento personal como espiritual.
Estas piernas son parte de nuestro vehículo que tienen la función de ejecutar el avance de todo el cuerpo. Si no las valoramos, las sentimos como nuestras sin rechazos, si no las cuidamos en sus heridas, nuestro caminar sera indeciso y dificultoso.

Aceptar de forma amorosa de donde venimos y como hemos construido nuestro hoy, nos permitirá  avanzar con paso seguro hacia el SER que queremos ser.

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