Eres suficiente. No tienes que lograr nada para amarte, ni hacer nada para que te amen. Sólo reconocer tu grandeza y darte cuenta de que todo lo negativo que hay en ti son sólo programas del pasado, producto de tu historia personal y de experiencias dolorosas. No eres tus faltas. No tienes la culpa de nada; absolutamente de nada. Sólo estuviste repitiendo condicionamientos, así como el resto de los seres humanos.
Eres un ángel; no lo olvides.
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