Pasan las horas; pasan los días; pasan los años y compruebo constantemente que mis pasos en esta vida, ademas de crear "MI" vida, forman una danza única.
Una danza con toda la creación y todos los creados. Una danza, a veces, de alabanza, otras de adoración y otras de unidad.
No se, será que en este verano he disfrutado mucho la naturaleza.
Pero también compruebo que esa sensibilidad crece en la medida en que estoy atento y es la naturaleza la que me ha vuelto la mirada a los "tiempos" y "ritmos" reales.
La caída de la hoja, el correr del viento y el canto del pájaro me llevan a los latidos de mi corazón. Mi corazón me lleva al compás de la respiración, esta a la conciencia de ser quien esta atento a todo esto. Esta consciencia me lleva a la CONEXIÓN con la hoja, el viento y el pájaro. Todos somos UNO.
Ser uno en todo y no ser nada
ResponderEliminar... nada más que UNO!
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