Soy un convencido de que en la vida hay que utilizar nuestras herramientas de forma lo más apropiada posible. Las circunstancias, las funciones y los tiempos varían constantemente. La herramienta que hoy me ha servido tal vez mañana sea de tropiezo y lo que me ha ayudado en esta función personal no me ayudará en aquella otra. Para ello tenemos ese armario de posibilidades internas donde coger lo que necesitamos y también dejar aquello que ya no usaremos por hoy.
Así nuestro equipaje en la vida es ligero. Obviamente nuestra esencia posee unos básicos que mantienen su actualidad y constancia en el tiempo. Es lo que somos.
Hoy nuevamente hago un equipaje para realizar un retiro espiritual de encuentro conmigo mismo y "mi" Universo, mi Dios.
Llevaré mi mate argentino y dos mudas de ropas para alimentar y vestir el cuerpo, dos lecturas espirituales para alimentar mi mente y mi rosario para rezarle sus mantras a mi Niña Madre y así alimentar mi alma.
Ya en el monasterio encontraré el silencio y la quietud.
Equipaje perfecto para la ocasión perfecta. Cualquier agregado ... carga y sobra.
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