A inicios de este milenio comenzó la saga de Harry Potter, un
fenómeno que movió multitudes con una historia fresca y para todas las
edades.
Un fenómeno que no ha acabado.
Aun encontramos personas que intentan realizar cambios, o construir su vida, a
golpes de varitas mágicas y abracadabras.
También existe la esperanza "mágica" que todo se pueda conseguir de un momento a otro y sin ningún tipo de esfuerzo.
Es verdad que la vida es mágica
y que cada día se materializa ante nosotros posibilidades de milagros, pero
siempre requiere no solo de nuestra participación responsable, nuestro trabajo,
sino también de nuestro desarrollo de consciencia.
Y para el desarrollo y
maduración de consciencia se necesita: tiempo, vivencias y cultivo (como una
pequeña planta que es trabajada para convertirse en un arbusto saludable).
Nada es inmediato, nada es
instantáneo y no hay varitas mágicas que nos libren de hacer el trabajo de
abrir nuestra mente, abrir nuestro corazón y expandir nuestro espíritu.
La vida se vuelve mágica con el
trabajo diario en nosotros mismos, en la re-educación de nuestro ego y la
limpieza de nuestra interioridad (pensamientos, sentimientos y voluntades).
Si tú eres una de esas personas
que se creyó la historia, tengo algo que decirte:
"A remangarse los puños de
la camisa y a trabajar.... se acabó la magia".
No hay comentarios:
Publicar un comentario