Si, esa es la verdad.
Una amiga de Barcelona me dijo una vez: "Ays Norberto, como te gustan las piedras viejas!!!!"
Estoy enamorado, y mucho, del románico, restaurado o no. Me gusta todo aquello que marca la historia de la humanidad, su avance.
Me gusta hasta las ruinas porque muestran otras vidas y sus raíces.
Sumergidos en el rápido hoy nos olvidamos que solo somos un eslabón (muy efímero) en un ciclo vital.
Las "piedras viejas" me recuerdan que solo estoy de paso y que soy responsable de que "mi" eslabón", en ese ciclo vital, deje huella.
No soy arquitecto, no soy constructor, mi misión no es dejar "piedras" que se conviertan en "viejas". Lo mio es trabajar con "piedras" vivientes. Lo mío es construirme como el hombre que deseo SER y SOY (aun con el cansancio que inunda a veces mi alma) y ayudar a otrxs a construir la Mujer/Hombre que desean SER.
Ayudar a construir el "eslabón" del HOY que nos llene de SENTIDO.
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