Es esencial des-identificarnos de nuestros roles para permanecer en un estado de positividad y auto-respeto. Desprenderme de la conciencia de mi rol no quiere decir desprenderme de mi responsabilidad, sino cumplirla más efectiva y positivamente. Al soltar mi identificación, también puedo llevar a cabo transiciones fáciles y armoniosas entre los diferentes roles que interpreto, al no identificarme en exceso con ninguno de ellos. Al des-identificarme de mis roles y etiquetas estoy más libre para crear un espacio que permita que emerjan mis cualidades internas y para encontrar las cualidades apropiadas y fortalezas necesarias adecuadas para los diferentes roles que necesito interpretar.
Así que, ¿cuál es mi verdadera identidad? Mi verdadero ser es intangible e invisible y es el que interpreta y da vida a todos esos roles, pero diferente a los mismos. Los roles son mi creación, yo soy el creador.
Necesitamos distanciarnos en nuestra mente por unos momentos de todos los roles y actividad y crear pensamientos puros y positivos que nos permitan conectar con nuestra verdadera esencia.
Soy luz. Soy paz. Soy un ser de luz y de paz. Soy un alma, un ser espiritual. Este cuerpo físico es mi instrumento, mi vehículo. Mi esencia es paz… es amor… es armonía… es silencio. Experimentemos estabilizando por unos momentos nuestra mente en estos pensamientos.
Los pensamientos puros y concentrados son la llave que nos abre la puerta de la experiencia de mi identidad verdadera. Sólo necesitamos crear los pensamientos, enfocarnos y concentrarnos en ellos, y la llave hará su función.
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