"Se ha dicho que a Dios no le importan nuestras
oraciones, después de todo Él nos ama incondicionalmente, ¿Cierto? Dios no
“necesita” de nosotros; Él no requiere que aparezcamos y realicemos todas
nuestras conexiones espirituales o utilicemos todas nuestras herramientas
espirituales.
La única razón por la cual nos aplicamos hacia el crecimiento espiritual es
porque somos nosotros quienes necesitamos al Creador, somos nosotros quienes
necesitamos un proceso que pueda permitir el balance de nuestra
negatividad. Pero la única forma en la que las personas pueden alcanzar el
balance en cualquier cosa es a través de algún tipo de esfuerzo.
Si yo deseo tener mejores músculos, necesito ejercitarme. Si quiero que mi
mente esté clara, necesito leer, etc.
De la misma forma, si deseo volverme más espiritual tengo que utilizar
herramientas y procesos espirituales para hacer que eso ocurra. Y sí, usar las
herramientas es importante, pero lo que es más importante es cómo trato a mis
empleadxs, a mi madre, a mi primx, a mi esposx o a mi amigx después de haber
orado.
Si no puedo tratar a otros con dignidad humana, entonces
puedo meditar todo el día pero eso no me hace espiritual.
Cada uno de nosotros (a través de nuestro propio esfuerzo y nuestras conexiones
con la fuerza de la Luz) tiene la capacidad de llegar a un lugar de bendiciones
y, a través de ello, cambiar la realidad de la vida y del mundo." Kabbalah
Judia