El ser posee alas y quiere volar. En ocasiones consigue batirlas para alzar el vuelo, pero quizás no tenga suficiente seguridad para, al abandonar su rama, permanecer volando de verdad sin caerse.
¿Qué sucedería si un pájaro batiera sus alas, pero las garras no se soltaran de la rama en la que se encuentra? No volaría y sólo se cansaría.
El cansancio y la frustración caracterizan el estado de la persona que no tiene fe en su propia capacidad de volar libremente y sobre todos los obstáculos. Se mantiene agarrada a las ramas del apego que generan una ilusión de seguridad.
Hay una frase popular para ayudar a alguien: «hacerle salir del nido».
Pero, ¿quién puede hacer salir del nido el ser para dejarlo volar? Solamente el ser.
El primer paso consiste en aprender a valorar las características de tu personalidad que podrían conferirte una seguridad real, independiente de bastones y de ramas.
El segundo paso consiste en comprender que los defectos y las flaquezas forman parte de un estado de conciencia con el que ya no te identificas. No hace falta que seas débil.
Cuando alguien está construyendo una casa nueva, todo su amor y esperanza se dirigen al nuevo hogar. El viejo se olvida rápidamente.
Todo el interés se dirige al futuro y el pasado ya no tiene fuerza para echarte hacia atrás.
sábado, 8 de abril de 2017
jueves, 6 de abril de 2017
Si quieres ser feliz ...
La raíz del sufrimiento, es el apego. Has creado un espacio en tu mente que mantiene a esa persona u objeto como parte de ti mismo.
Cuando se critica, se desprecia o deja de estar contigo esa persona u objeto, sientes dolor en la mente, tienes el sentimiento de pérdida.
Si quieres ser feliz has de aprender a amar y apreciar, manteniendo al mismo tiempo tu independencia.
Cuando se critica, se desprecia o deja de estar contigo esa persona u objeto, sientes dolor en la mente, tienes el sentimiento de pérdida.
Si quieres ser feliz has de aprender a amar y apreciar, manteniendo al mismo tiempo tu independencia.
martes, 4 de abril de 2017
Día de preguntas
¿Donde vamos después de morir?
¿Porqué tenemos miedo de lo extraño?
¿Porqué hasta a la gente que cree en Dios le ocurren cosas?
¿Qué significa Dios?
¿Para qué nacemos si morimos?
¿Quién invento la guerra y la felicidad?
¿El Señor también escucha a los que no creen en el mismo Dios?
¿Porqué existen los pobres y los malos?Para q' creo Dios mosquitos y moscas?
¿Porqué amamos a unos y odiamos a otros?
¿Quién puso el nombre a los colores?
Paulo Coelho
domingo, 2 de abril de 2017
¡He cumplido 34 años!
Carta a Jesús 1/04/2017
Hola Jesús, mi carpintero:
No puedo dejar pasar este día. Un día de vida y un nuevo comienzo.
No puedo dejar pasar este día sin tenerte presente y con el alma agradecida.
Agradecido por estos últimos 32 años ... por estos 49 años.
A veces pienso en el hombre que no fui.
¿Cómo hubiese sido mi vida sin ti? Sin tu presencia, sin tu ausencia, sin esta dinámica, a veces extraña, en la que nos movemos TÚ y yo.
¿Qué hombre hubiese sido?
Sé que estaría en otro lugar, con otras personas, otros valores y circunstancias diversas pero sin consciencia del mar más grande que hay. Viviendo tal vez cerca de un río creyendo que eso es una inmensidad.
No tengo ni pizca de nostalgia por ese hombre.
El hombre en que me convertiste y sigues construyendo, parado esta frente al mar.
Llenándose de su inmensidad.
Con la consciencia de los infinitos granos que hay en la arena.
Con la vista perdida en el horizonte; con la compañía de todas las aves que surcan el cielo; bajo los rayos de un sol cálido y majestuoso; con la luz de la luna sobre sus cabellos; con la brisa constantemente sobre su cara; con los pies sumergidos en aguas vivificantes; con la piel sacudida por los vaivenes de las olas (su ritmo, su intensidad variada, su frescura); con los brazos extendidos … y dueño, siervo, amigo, amante de todo ello. De ti.
No tengo ni pizca de nostalgia del hombre que no he sido.
Hoy cumplo 34 años y cada año es una año menos. Una cuenta regresiva hacia un gran final: Todo tú.
Ya llega. Ya se acerca el día en que, en espíritu y en verdad, nos miremos sin ficciones y que, totalmente plenos y fundidos, puedas contemplar la total obra de tus manos.
Un niño al que cogerás en brazos para que pueda descansar de tanto juego.
Un niño que apoyado en tu pecho se deleite en el sonido de ese corazón.
Un niño que pueda cerrar los ojos y decir: “he hecho lo que he podido, el trabajo ha terminado y puedo dormir en el sueño del amor puro”.
No puedo dejar pasar este día sin estar esperando “ESE” día.
Gracias Jesús, mi carpintero. ¡Ven, Ven, Ven!
Tuyo
Norberto
Hola Jesús, mi carpintero:
No puedo dejar pasar este día. Un día de vida y un nuevo comienzo.
No puedo dejar pasar este día sin tenerte presente y con el alma agradecida.
Agradecido por estos últimos 32 años ... por estos 49 años.
A veces pienso en el hombre que no fui.
¿Cómo hubiese sido mi vida sin ti? Sin tu presencia, sin tu ausencia, sin esta dinámica, a veces extraña, en la que nos movemos TÚ y yo.
¿Qué hombre hubiese sido?
Sé que estaría en otro lugar, con otras personas, otros valores y circunstancias diversas pero sin consciencia del mar más grande que hay. Viviendo tal vez cerca de un río creyendo que eso es una inmensidad.
No tengo ni pizca de nostalgia por ese hombre.
El hombre en que me convertiste y sigues construyendo, parado esta frente al mar.
Llenándose de su inmensidad.
Con la consciencia de los infinitos granos que hay en la arena.
Con la vista perdida en el horizonte; con la compañía de todas las aves que surcan el cielo; bajo los rayos de un sol cálido y majestuoso; con la luz de la luna sobre sus cabellos; con la brisa constantemente sobre su cara; con los pies sumergidos en aguas vivificantes; con la piel sacudida por los vaivenes de las olas (su ritmo, su intensidad variada, su frescura); con los brazos extendidos … y dueño, siervo, amigo, amante de todo ello. De ti.
No tengo ni pizca de nostalgia del hombre que no he sido.
Hoy cumplo 34 años y cada año es una año menos. Una cuenta regresiva hacia un gran final: Todo tú.
Ya llega. Ya se acerca el día en que, en espíritu y en verdad, nos miremos sin ficciones y que, totalmente plenos y fundidos, puedas contemplar la total obra de tus manos.
Un niño al que cogerás en brazos para que pueda descansar de tanto juego.
Un niño que apoyado en tu pecho se deleite en el sonido de ese corazón.
Un niño que pueda cerrar los ojos y decir: “he hecho lo que he podido, el trabajo ha terminado y puedo dormir en el sueño del amor puro”.
No puedo dejar pasar este día sin estar esperando “ESE” día.
Gracias Jesús, mi carpintero. ¡Ven, Ven, Ven!
Tuyo
Norberto
Trabajo no tóxico
Coopera con los demás, crea cooperación, enseña a cooperar, inspira a cooperar y encontrarás que el lugar de trabajo es un espacio de aprendizaje y de crecimiento personal.
Tu motivación será la de aprender y no la de obtener tan solo una ganancia.
Tu motivación será la de aprender y no la de obtener tan solo una ganancia.
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