sábado, 11 de febrero de 2017

La identidad verdadera

Es esencial des-identificarnos de nuestros roles para permanecer en un estado de positividad y auto-respeto. Desprenderme de la conciencia de mi rol no quiere decir desprenderme de mi responsabilidad, sino cumplirla más efectiva y positivamente. Al soltar mi identificación, también puedo llevar a cabo transiciones fáciles y armoniosas entre los diferentes roles que interpreto, al no identificarme en exceso con ninguno de ellos. Al des-identificarme de mis roles y etiquetas estoy más libre para crear un espacio que permita que emerjan mis cualidades internas y para encontrar las cualidades apropiadas y fortalezas necesarias adecuadas para los diferentes roles que necesito interpretar.

Así que, ¿cuál es mi verdadera identidad? Mi verdadero ser es intangible e invisible y es el que interpreta y da vida a todos esos roles, pero diferente a los mismos. Los roles son mi creación, yo soy el creador.

Necesitamos distanciarnos en nuestra mente por unos momentos de todos los roles y actividad y crear pensamientos puros y positivos que nos permitan conectar con nuestra verdadera esencia.

Soy luz. Soy paz. Soy un ser de luz y de paz. Soy un alma, un ser espiritual. Este cuerpo físico es mi instrumento, mi vehículo. Mi esencia es paz… es amor… es armonía… es silencio. Experimentemos estabilizando por unos momentos nuestra mente en estos pensamientos.

Los pensamientos puros y concentrados son la llave que nos abre la puerta de la experiencia de mi identidad verdadera. Sólo necesitamos crear los pensamientos, enfocarnos y concentrarnos en ellos, y la llave hará su función.

viernes, 10 de febrero de 2017

Vídeo: Espiritualidad el Más Allá de las religiones

Religión y Espiritualidad son utilizados como sinónimos sin serlo. La esencia de nuestra libertad va más allá de las formas y las raíces de la búsqueda se encuentra en nuestro poder personal y libre elección. Vídeo aquí.




miércoles, 8 de febrero de 2017

Relaciones

Cuando nacemos uno de los grandes misterios que vamos encontrando en la vida es las relaciones interpersonales. Fuente de crecimiento, aprendizaje, frustración, sabiduría, a veces dolor y uno de los atributos de esta experiencia humana que vivimos.
Somos instrumentos, en estas relaciones, de paz o de guerra. 
En los encuentros con lxs otrxs podemos desarrollar los conceptos del mundo y competir o elevarnos y aprender los conceptos espirituales de colaboración. 
Esto último hará que nuestras acciones sean constructivas y nuestras interacciones estén llenas de espiritualidad.
La comprensión, y el crecimiento gradual de nuestra consciencia, de que todxs somos UNO es el fruto de nuestra libre elección de colaborar en la construcción de un mundo mejor.

lunes, 6 de febrero de 2017

¿A qué le dedicamos nuestro tiempo interno?

El alcance de nuestras palabras es un dato desconocido para nosotrxs. Nunca sabemos cómo influye aquello que sale de nosotrxs ni cuáles caminos recorren. 
Sí sabemos que ellas muestran aquello que se encuentra en nuestro interior. 
No solo aquello que pensamos sino nuestra forma de pensar. Expresan nuestra vida emocional, su estructura, nuestra escala de valores, nuestros miedos, nuestras afecciones, etc. De ellas no solo se comprende el contenido sino se infiere nuestra vida interior con sus luces y sombras. 
También nuestras palabras pueden llenar o vaciar la vida interior de otrxs de forma tóxica. 
Cuidar de la calidad de nuestras palabras, es cuidar de la calidad de nuestros pensamientos. ¿A qué le dedicamos nuestro tiempo interno? 
El poder de nuestras palabras radican en que son fuente de energía y esa energía puede ser positiva o negativa. Primero para nosostrxs mismxs y luego para los demás. 
Cómo usamos ese poder está en la raíz de nuestra propia voluntad y en el desarrollo de nuestra autoestima. 
De aquello que habla la boca esta lleno el corazón.

viernes, 3 de febrero de 2017

... del mundo mi claustro ...

Ayer ha sido el día de Ntra Sra de la Candelaria. Hoy se celebra el dia de la Vida Consagrada..
"Llegada la noche, me fui a dormir tarde.
Me desperté igualmente a las 3:15, como todos los días. Me puse el habito y salí de mi celda para pasar por el servicio antes de ir a la iglesia para el rezo de Vigilias. En la base de las escaleras cogí mi capa. Por suerte la tenemos y con placer se usa en estos días de comienzo del invierno. La Iglesia del monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles es muy grande y fría en estas épocas y, a estas horas, mucho más.
Me llamó la atención cómo me miraban los hermanos.
Sonrisas, complicidad, alguno que otro se veía que agradecía a Dios al verme. La sensación era de la alegría de la llegada del hijo pródigo.
Aún el abrazo del padre Abad al verme fue extraño y también sus palabras que rompían el silencio nocturno: Has vuelto!!! ... pero nunca te has ido.
Allí me di cuenta: estaba soñando y, en sueños, había vuelto a visitarlos.
Simplemente me dispuse a disfrutar de cada detalle: de los ladrillos de la pared de la iglesia tocándolos nuevamente con mis manos, del padre S. que paso sonriéndome (uno de mis testigos de mi consagración a María), del hermano J. que me guiñó el ojo, de entrar al coro y saludar al Santísimo (a la usanza Trapense que aún hoy uso), coger mi asiento del coro, acomodar los libros y comenzar a cantar a mi Dios.
Pasados unos salmos, sabiendo que era un sueño y recordando que tomé la decisión de hacer del mundo mi claustro, me despedí del olor a humedad de la capilla, del tacto del habito sobre mi cuerpo y desperté."